Quetzalcóatl en diferentes culturas
Aztecas
Los aztecas consideraban a Quetzalcóatl cuyo nombre significa “Serpiente Emplumada”, como el dios de la inteligencia, del viento, amo de la vida, creador y civilizador, patrón de todas las artes e inventor de la metalurgia. Cabe recordar, que según la leyenda Náhuatl, Quetzalcóatl le enseño al Tezcatlipoca, resolvió irse al Tlapallan, tras la ruina de Tula. Quemó sus casas hechas de plata y de conchas, enterró sus tesoros y se lanzo por el mar del Este, precedido de sus servidores, transformados en pájaros de vivo plumaje, tras prometer a su pueblo volver. Desde entonces centinelas colocados en la costa acechaban la llegada del Dios. Según las cosmogonías más antiguas Quetzalcóatl nació cuando no había luz ni movimiento ni vida en el mundo, e instauro un orden fundamental en el cosmos. Separo el cielo de la tierra, y él mismo se convirtió en uno de los arboles que sostenían la bóveda celeste. Cuentan como Quetzalcóatl, armado de un hacha en forma de relámpago, rompió la montaña de los mantenimientos y de la abertura que hizo broto el maíz y los bienes que desde entonces alimentan a los seres humanos.
Fue un monarca de extraordinaria habilidad y raro talento; esplendido constructor de caminos innovador de las artes de la alfarería y la fundición de metales, así como de la talla de piedras preciosas y joyas. Él fue quien introdujo el uso del chocolate y el hule en la existencia de los pueblos Tolteca, Maya y Azteca. Prohibió los sacrificios humanos, instituyendo el autosacrificio.
Aztecas
Los aztecas consideraban a Quetzalcóatl cuyo nombre significa “Serpiente Emplumada”, como el dios de la inteligencia, del viento, amo de la vida, creador y civilizador, patrón de todas las artes e inventor de la metalurgia. Cabe recordar, que según la leyenda Náhuatl, Quetzalcóatl le enseño al Tezcatlipoca, resolvió irse al Tlapallan, tras la ruina de Tula. Quemó sus casas hechas de plata y de conchas, enterró sus tesoros y se lanzo por el mar del Este, precedido de sus servidores, transformados en pájaros de vivo plumaje, tras prometer a su pueblo volver. Desde entonces centinelas colocados en la costa acechaban la llegada del Dios. Según las cosmogonías más antiguas Quetzalcóatl nació cuando no había luz ni movimiento ni vida en el mundo, e instauro un orden fundamental en el cosmos. Separo el cielo de la tierra, y él mismo se convirtió en uno de los arboles que sostenían la bóveda celeste. Cuentan como Quetzalcóatl, armado de un hacha en forma de relámpago, rompió la montaña de los mantenimientos y de la abertura que hizo broto el maíz y los bienes que desde entonces alimentan a los seres humanos.
Fue un monarca de extraordinaria habilidad y raro talento; esplendido constructor de caminos innovador de las artes de la alfarería y la fundición de metales, así como de la talla de piedras preciosas y joyas. Él fue quien introdujo el uso del chocolate y el hule en la existencia de los pueblos Tolteca, Maya y Azteca. Prohibió los sacrificios humanos, instituyendo el autosacrificio.
Toltecas.
Como es el caso de diferentes deidades de distintas culturas, Quetzalcóatl parece haber existido en la persona de un sacerdote tolteca. Como Dios Quetzalcóatl un ser sabio y bondadoso que en una edad cósmica restauro a los seres humanos (descendió al inframundo y se autoinmoló para recrear a los hombres del quinto sol con las cenizas remanentes de lo que fueron los seres del cuarto sol). Es decir, es una deidad recreadora y le ayudo a los hombres a encontrar el maíz para su sustento.
Como hombre fue el sabio sacerdote, el gobernante de una Tula henchida de grandeza que en cierto momento de su vida sucumbió a las trampas puestas por Tezcatlipoca para perder las virtudes de la abstinencia y castidad. Quetzalcóatl, arrepentido, huye avergonzado hacia el oriente hasta llegar a la orilla del mar. Una vez allí se embarco en una balsa hecha de serpientes, rumbo a Tlillan Tlapallan “el lugar del color negro rojo”, donde prometió regresar.
Quetzalcóatl: lucero de la mañana, Dios, príncipe, héroe fundador y civilizador, artista y artesano, es una de las figuras más fascinantes del México antiguo. Muchas autores han escrito acerca de él, aunque su ubicuidad y su misterio permanecen y constituyen uno de los meollos para comprender nuestra historia antigua.
Hombre-Dios, Ce Ácatl Topiltzin fue adorado como Quetzalcoatl bajo varios nombres, tras la conquista y hasta nuestros días, fue tomando diferentes formas y nombres de santos, bajo los cuales sigue siendo reverenciado y recordado.
Mayas
Kukulkán es una deidad de la mitología maya. Constituye la versión local de la Serpiente Emplumada, divinidad cuyo culto es uno de los más relevantes en Mesoamérica y está relacionada con el viento, el agua, Venus. Kukulkán es un nombre en maya yucateco que se puede traducir como Serpiente de Plumas. (maya: k'ukulk'an, 'pluma y serpiente')?1 Los chontales de Tabasco lo llaman Mukú-leh-chan,2 y es conocido como Gucumatz en la mitología quiché (quiché: Q'uk'umatz, 'serpiente emplumada')?.
Para algunos investigadores este Dios es el mismo Quetzalcóatl (náhuatl: Quetzalcōātl, 'serpiente emplumada')? de los aztecas y proviene de la cultura tolteca, para otros proviene de la cultura olmeca.1 En todo caso su origen es muy anterior a los mayas de la Península de Yucatán y a los Itzáes, fundadores de Chichén Itzá en el siglo VI, en donde se le erigió una pirámide para señalar su descenso en el ciclo agronómico y político de los mayas peninsulares. La presencia de la serpiente emplumada como símbolo deífico es omnipresente en toda Mesoamérica.
En el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá se le puede observar como una serpiente formada como efecto de luz y sombra que desciende por la alfarda de la escalinata principal del edificio construido para su adoración, durante la jornada equinoccial de marzo y septiembre. Fue una deidad rápidamente asimilada por la aristocracia, a pesar que se incorporó al panteón maya en una época tardía.
Fuente: Wikipedia
Como es el caso de diferentes deidades de distintas culturas, Quetzalcóatl parece haber existido en la persona de un sacerdote tolteca. Como Dios Quetzalcóatl un ser sabio y bondadoso que en una edad cósmica restauro a los seres humanos (descendió al inframundo y se autoinmoló para recrear a los hombres del quinto sol con las cenizas remanentes de lo que fueron los seres del cuarto sol). Es decir, es una deidad recreadora y le ayudo a los hombres a encontrar el maíz para su sustento.
Como hombre fue el sabio sacerdote, el gobernante de una Tula henchida de grandeza que en cierto momento de su vida sucumbió a las trampas puestas por Tezcatlipoca para perder las virtudes de la abstinencia y castidad. Quetzalcóatl, arrepentido, huye avergonzado hacia el oriente hasta llegar a la orilla del mar. Una vez allí se embarco en una balsa hecha de serpientes, rumbo a Tlillan Tlapallan “el lugar del color negro rojo”, donde prometió regresar.
Quetzalcóatl: lucero de la mañana, Dios, príncipe, héroe fundador y civilizador, artista y artesano, es una de las figuras más fascinantes del México antiguo. Muchas autores han escrito acerca de él, aunque su ubicuidad y su misterio permanecen y constituyen uno de los meollos para comprender nuestra historia antigua.
Hombre-Dios, Ce Ácatl Topiltzin fue adorado como Quetzalcoatl bajo varios nombres, tras la conquista y hasta nuestros días, fue tomando diferentes formas y nombres de santos, bajo los cuales sigue siendo reverenciado y recordado.
Mayas
Kukulkán es una deidad de la mitología maya. Constituye la versión local de la Serpiente Emplumada, divinidad cuyo culto es uno de los más relevantes en Mesoamérica y está relacionada con el viento, el agua, Venus. Kukulkán es un nombre en maya yucateco que se puede traducir como Serpiente de Plumas. (maya: k'ukulk'an, 'pluma y serpiente')?1 Los chontales de Tabasco lo llaman Mukú-leh-chan,2 y es conocido como Gucumatz en la mitología quiché (quiché: Q'uk'umatz, 'serpiente emplumada')?.
Para algunos investigadores este Dios es el mismo Quetzalcóatl (náhuatl: Quetzalcōātl, 'serpiente emplumada')? de los aztecas y proviene de la cultura tolteca, para otros proviene de la cultura olmeca.1 En todo caso su origen es muy anterior a los mayas de la Península de Yucatán y a los Itzáes, fundadores de Chichén Itzá en el siglo VI, en donde se le erigió una pirámide para señalar su descenso en el ciclo agronómico y político de los mayas peninsulares. La presencia de la serpiente emplumada como símbolo deífico es omnipresente en toda Mesoamérica.
En el yacimiento arqueológico de Chichén Itzá se le puede observar como una serpiente formada como efecto de luz y sombra que desciende por la alfarda de la escalinata principal del edificio construido para su adoración, durante la jornada equinoccial de marzo y septiembre. Fue una deidad rápidamente asimilada por la aristocracia, a pesar que se incorporó al panteón maya en una época tardía.
Fuente: Wikipedia